Por: Gonzalo Martín

Yo, tampoco. <a href="http://blog.rtve.es/estrenos/" rel="nofollow">Juan Herbera</a> sufre bastante con esta posibilidad y nos suele decir que no podemos confundir <a href="http://gonzalomartin.tv/pulsiones/2011/12/29/converso-gente-no-cree-cine-sea-para-el-cine/" rel="nofollow">la mala calidad de servicio</a> con un problema genérico del espactáculo. Yo creo que ese problema genérico es prácticamente estructural al modelo de negocio de la sala: no se puede permitir para ser rentable tener la solemnidad de la ópera (impedirte entrar con el espectáculo empezado) ni renunciar a los ingresos de las consumiciones: el dinero está ahí. Al final, lo que cuentan son las experiencias. Creo que siempre habrá sitio para la exhibición, pero el convertirlo en el centro de la visión artística e industrial simplemente reduce las posibilidades reales de crear y de encontrar públicos. Para mí, el cine ya es solo una cuestión de marketing para dar a conocer un producto audiovisual, la pregunta verdadera es por cuánto tiempo más se necesita la repercusión en salas para condicionar toda la explotación de una obra.